
Me pareció que si el lobo intentaba desviar a caperucita hacia un camino más largo debía hacerla entrar en el bosque. Así que las flores que intentaría dibujar como diálogo del lobo serían las de las llamadas Acacias.
La sorpresa fue que al buscar en internet material para ilustrar las acacias de Paris, solo encontraba datos de calles y ninguno de botánica. Entonces dí con una página que explicaba que las llamadas Acacias en Paris, no son Acacias, sino una variedad de planta llamada Pseudoacacia (bautizada Robinia por el botanista Jean Robin), que fue sembrada por primera vez en 1601, en la plaza Dauphine.

Esta pseudo-mentira en la boca del lobo me alentó más todavía. El lobo debía enroscar a caperucita para que se metiera al bosque, es decir, a su boca, a la oscuridad de la noche.
1 comentario:
uh..sigo leyendo....interesantisimo!
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