Para continuar con un relato visual que colaborara en destacar características de la ciudad, volví a investigar sobre las paradas de Metro más cercanas a los dos puntos.
La estación elegida en el Bois de Boulogne resultó una de las entradas de metro conservadas por interés arquitectónico.
Buscando fotografías de la misma di con una página dedicada a la historia del metro, en la que cada estación lleva una reseña con el porqué de su nombre.
La estación justo delante del Moulin Rouge se llama Place Blanche. La calle Blanche se llamaba en el siglo XVII, la calle de la Croix-Blanche. Esta era la insignia de un cabaret. La calle conducía a las canteras de yeso de la colina de Montmartre. El trafico incesante de los autos que allí se daban cita, puede explicar el color. (Anteriormente el montmartre –monte de Marte– se llamó: mont martyre, por el martirio de Saint Denis, santo patrono de Paris –decapitado allí–.)

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